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Conferencista y futbolista de Colombia, Rafael Robayo es reconocido por su gran carrera en el Club Millonarios de Bogotá, donde se desempeña en la actualidad.
El paso por la Selección Colombia de Rafael Robayo se dio por primera vez en el 2010 en dos juegos amistosos contra México y Venezuela. En este último hizo su debut ingresando en sustitución por Hugo Rodallega. Después de un receso en su carrera el Club Millonarios confirmó su regreso para el 2012. Se ha destacado por ser el segundo jugador con mayor cantidad de apariciones en su club, contando con casi 400 partidos y 38 goles marcados. Es una figura del fútbol colombiano que ha sido parte de las mayores gestas de su equipo en los últimos tiempos, como son los títulos de Copa y Liga de los torneos profesionales de Colombia.
Este conferencista y volante derecho nació el 24 de abril de 1984 en Bogotá. Desde sus primeros años, Rafael Robayo descubrió que su pasión era el fútbol, cuando comenzó a demostrar su talento en las calles de su ciudad. Así, rápidamente este se volvió su proyecto de vida al ingresar a distintas academias de fútbol infantiles, hasta ser parte de la Escuela Fútbol Vida de Bogotá entre el 2000 y 2002. Para esta época fue parte por primera vez de las selecciones prejuveniles y juveniles de Bogotá, con las cuales viajó a Italia para competir en campeonatos en los que empezó como volante de ataque. En esta posición se destacó por la gran cantidad de goles que anotó.
Después de esta experiencia, Rafael Robayo pasó a las divisiones inferiores del Atlético Nacional, donde debutó para el fútbol profesional en el 2003. También pasó fugazmente por el Once Caldas, donde no tuvo la oportunidad de demostrar su talento en el eje cafetero. En el 2005 fue fichado por el club que lo vio crecer profesionalmente: Millonarios. En ese mismo año anotó su primer gol como jugador profesional frente al mismo Atlético Nacional. Para el 2007 ya había consolidado su carrera al ser titular indiscutible gracias a sus condiciones y esfuerzo constantes. Su gran participación en la Copa Sudamericana de ese año le dio la condición de capitán del cuadro capitalino, alternando este rol con José Mera.