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Premio Nobel de la Paz en 1983, Lech Walesa fue el primer presidente elegido democráticamente de Polonia y artífice de la transición pacífica del comunismo a la democracia en Europa del Este.
Lech Walesa es un político polaco, organizador sindical, filántropo y activista de derechos humanos, que cofundó Solidarność, el primer sindicato independiente del bloque soviético. En 1983 ganó el Premio Nobel de la Paz y se desempeñó como presidente de Polonia de 1990 a 1995. Pasó de electricista a líder sindical y, en 1990, se convirtió en el primer presidente elegido democráticamente de Polonia. La primera mención de sus actividades disidentes de se remonta a 1968, cuando animó a sus compañeros de trabajo en el astillero de Gdansk a boicotear las manifestaciones oficiales de condena a las huelgas estudiantiles. Participó activamente en el Comité de Huelga durante las protestas de 1970 y se le ofreció el cargo de Presidente del Comité.
La postura de Lech Walesa, las negociaciones tenaces y la campaña por las demandas de los huelguistas, llevaron al establecimiento del Sindicato Independiente Libre de Solidaridad. Fue la primera victoria sin derramamiento de sangre en la historia de Polonia. Este fue también el momento en que los ojos de todo el mundo estaban puestos en Gdansk y Walesa. El régimen totalitario reaccionó a esos acontecimientos introduciendo la ley marcial en diciembre de 1981. Walesa fue una de las primeras personas en ser internadas. Dos años más tarde, recibió el Premio Nobel de la Paz.
A fines de la década de 1980, Lech Walesa se sentó a negociar con las autoridades comunistas en la Mesa Redonda como jefe de la delegación de la oposición democrática. Su determinación y coraje lo llevaron a un compromiso con el ya débil pero aún peligroso régimen comunista. El compromiso resultó en las elecciones de 1989 y el establecimiento del primer gobierno no comunista en el lado este de la Cortina de Hierro. Hoy continúa su misión como portavoz de la solidaridad. Viaja por todo el mundo, contando la historia de la experiencia polaca y la lucha no violenta por la paz y la democracia. A través de sus conferencias y diálogos con los jóvenes, llama a la construcción de un mundo moderno fundado en valores universales.
