El hyperfocus o hiperconcentración no es más que la capacidad de enfocarse y concentrarse en un tema o actividad de manera intensa al nivel de “perderse” en ella, lo cual permite mayor rapidez para terminar. Es por ello que es un tema que a menudo es llevado a las empresas a través de conferencias para aumentar la productividad, entre otras cosas.
Sin embargo, el hyperfocus va mucho más allá de solo ser una herramienta para aumentar la productividad en un espacio de trabajo o de ser usada para conseguir terminar actividades que son prioritarias en nuestra vida personal, ya que también puede ser utilizado con un fin totalmente distinto pero igual de interesante: hacer nada.
El hyperfocus no solo sirve para aumentar la productividad
Con el ritmo de vida que vivimos actualmente en el que estamos rodeados de estreses y distracciones a cada momento llegando al nivel de que según estudios el ser humano actual se distrae con algo cada 40 segundos (además de que se tarda más de 25 minutos en poder volver a concentrarse), en ocasiones lo mejor para lo que podemos dedicar nuestra hiperconcentración es para darnos un merecido descanso.
El hecho de estar constantemente presionados por aumentar la productividad en nuestro trabajo, por hacer rendir más las horas de nuestro día o simplemente por querer superarnos es importante ya que tener ese tipo de determinación nos hará mejores, el único problema es que es muy desgastante. Es por ello que hay que recordar que existe otra alternativa a querer hacer todo y mantenerse ocupado la cual además de que no tiene nada de malo también es clave para mantenernos en equilibrio: relajarse.
Es increíble ver como hay personas que son capaces de llevar su concentración a niveles inimaginables cuando tienen un nuevo proyecto o una tarea atrasada pero cuando tienen que descansar parece que sus habilidades se desvanecen, su hiperconcentración parece no poder ser utilizada para cosas tan simples como sentarse o acostarse y no hacer absolutamente nada más que dejar sus pensamientos fluir.
No hay que olvidar nunca que aprender a concentrarnos de manera profunda en nuestro descanso y nosotros mismos es igual de importante que hacerlo para aumentar la productividad en nuestras actividades diarias, por lo que es clave aprender a llevar nuestras capacidades de hiperconcentración a otras áreas de nuestra vida.
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