Hablar en público es un tema que a toda persona que le guste destacarse le debería de interesar y en Smart Speakers hemos hablado sobre el mismo desde distintos ángulos.
Desde cómo tener más confianza al hablar frente otras personas, técnicas para comunicar de mejora manera, entre otros. Sin embargo, hoy abordaremos el tema de hablar en público haciendo enfoque en un elemento que sirve mucho a la hora de querer captar la atención y ganarse el interés de la audiencia: contar anécdotas.
Contar anécdotas puede ser muy útil al hablar en público, sobretodo en conferencias donde se habla de temas específicos como negocios o motivación, ya que ayuda a transmitir el mensaje de la ponencia de una manera con la que la audiencia puede identificarse o por lo menos interesarse más. Por esta razón es que saber cómo identificar y dar a conocer anécdotas de una manera efectiva, que apoye el tema del que se esté hablando y que además sean significativas (anécdotas clave o en donde haya un buen mensaje) es tan importante.
Identifica fácilmente las anécdotas a contar al hablar en público
Habrá que iniciar este proceso tratando de recordar momentos clave que hayamos vivido, que hayan cambiado las cosas y que además tengan una buena historia detrás. Para hacer esto lo mejor es pensar alrededor de 3 pilares clave:
- Personas. Un proceso sencillo para encontrar buenas anécdotas sobre la gente que conocemos es dividirla en grupos como familia, amigos, etc. Tratar de analizar cómo se relacionan las personas dentro de cada grupo hará mucho más sencillo encontrar momentos que sirvan para transmitir un mensaje o un sentimiento a la audiencia al tenerlos enfrente.
- Lugares. Aquí es importante hacer el recuento sólo en base a sitios que fueron clave y que se recuerden de manera detallada. Pueden ser desde donde se pasaron los primeros años de formación en distintos colegios, hasta la oficina de un dentista. La realidad es que cada persona tiene sus propios lugares especiales, donde cosas importantes le han sucedido, por lo que no hay una sola manera de trabajar este punto.
- Cosas. Juguetes de la infancia, el primer auto, una consola de videojuegos, etc, son ejemplos de simples cosas que pueden llegar a marcar la vida de una persona y que además son capaces de contar decenas de anécdotas por si solas. Sin embargo, lo mejor será elegir solo aquellas que puedan a llegar ser tanto importantes como interesantes para alguien más.
Da a conocer tus anécdotas
Una vez hecho esto, lo más probable es que se cuente con un gran inventario de anécdotas. Lo cierto es que no todas serán útiles para alguien más, o siquiera interesantes. Es por ello que en este punto es recomendable contar con ayuda de alguien más, que pueda ser una voz de apoyo para elegir lo que realmente valga la pena presentar ante otras personas.
El último punto es dar a conocer una anécdota, cosa que muchas personas improvisan, pero que no necesariamente tiene que ser así. Esto porque si se sabe el tipo de audiencia con la que se va hablar, (empresarios en conferencias de negocios, empleados en charlas de motivación personal, investigadores en foros académicos, etc) se pueden elegir de antemano las anécdotas a contar, y también es posible elegir el momento propicio para hacerlo.