El desarrollo de liderazgo es uno de los principales objetivos en empresas, escuelas y todo tipo de lugares, pero no siempre es efectivo.
Esto es notable sobre todo en el área empresarial, donde a pesar de que se invierten fuertes cantidades al año para promover el desarrollo de liderazgo en los empleados éste no siempre se logra. Aunque claro que existen excepciones, e incluso existe una lista con las mejores empresas para el desarrollo de liderazgo en latinoamérica.
Pero una de las principales razones por las cuales no se está logrando desarrollar verdaderos líderes que inspiren confianza y sean efectivos en el día a día, es el método que se usa para instruir. Esto debido a que el principal método para el desarrollo de liderazgo es contrario al que es necesario en una empresa.
La mayoría de los programas de desarrollo de liderazgo son desarrollados en salones de clases, basados en métodos racionales y enfocados de manera individual. Quiénes participan son alejados de la realidad de sus áreas de trabajo para ser educados por catedráticos expertos, trabajar en casos de estudio y recibir retroalimentación, dejando a un lado lo que es el pensamiento de líder. Esto a pesar de distintos estudios que afirman que los líderes de hoy necesitan de otras cualidades como la intuición, dinamicidad y por supuesto una inteligencia emocional bien desarrollada.
Tomando todo esto en cuenta es importante tomar medidas y trabajar en alternativas para desarrollar líderes que sean adecuados a las necesidades actuales.
Puntos clave para un mejor desarrollo de liderazgo
Hacerlo una experiencia
La neurociencia es muy clara al establecer que se aprende más cuando los circuitos emocionales del cerebro están activados. Las experiencias vividas son las que mejor activan estos circuitos por lo que es más probable aprender y cambiar comportamientos a partir de tomar decisiones conscientes, contrario a lo que se obtendría de realizar casos de estudio o sentarse en un aula de clases.
Incluir expertos que actúen más como guías que como maestros
Es importante contar con expertos que no se verán influenciados a la hora de prestar sus servicios por cuestiones pedagógicas o por formar parte de una corriente de pensamiento distinta. Es clave que puedan trabajar hábilmente, de manera dinámica y manteniendo siempre la seguridad psicológica de las personas con las que trabajen, para que estos estén seguros de sí mismos para tomar riesgos personales y presionar limitaciones culturales. Complementar esto con la presentación de conferencistas de liderazgo puede ofrecer mejores resultados.