En las empresas es común encontrarse una amplia variedad de personalidades. Y así como existen personas que motivan, que trabajan en equipo y se esfuerzan por cumplir con su labor también existen empleados conflictivos, que desequilibran el ritmo de trabajo y generan problemas. Por eso hoy te dejamos 3 características que son comunes entre ellos, para que los ubiques y los ayudes a mejorar.
Un empleado conflictivo equivale a baja productividad
Un empleado que tiene problemas con sus compañeros y su trabajo suele tener una productividad más baja. Un empleado conflictivo suele buscar un escape de sus responsabilidades laborales diarias y suele evadir sus tareas por más esenciales que éstas sean.
Hablan de los demás
Los empleados conflictivos suelen crear o esparcir rumores entre sus compañeros. Este tipo de comportamiento afecta el clima organizacional de la empresa y hace más difícil la convivencia diaria al fracturar en bandos a los empleados.
No saben trabajar en equipo
Tienen poca disponibilidad para escuchar ideas y tomarlas en cuenta, sobre todo si éstas no concuerdan con las suyas. Además no piensan como equipo y sobreponen intereses propios. Generalmente son faltos de iniciativa y buscan excusas para evitar participar en actividades que involucren colaborar con otros compañeros.
No sólo es importante darse cuenta de que se tiene un empleado de este tipo, hay que buscar y probar distintas soluciones para mejorar su actitud y calidad laboral. Por otro lado, también es necesario implementar políticas que prevengan actitudes conflictivas dentro de la empresa, e incluso capacitaciones y conferencias, como charlas motivacionales, que permiten que los mismos empleados evalúen su comportamiento y rendimiento en relación a las expectativas de la empresa. Si al mismo tiempo se le ofrecen consejos y herramientas para contribuir a un mejor clima organizacional y ser más productivos, los empleados tendrán la oportunidad de trabajar en su mejora.
Es importante poner atención a las necesidades de cada empleado y darles la oportunidad de superarse y convertirse en un activo valioso para la empresa.