Las nuevas tendencias y el cambio generacional han provocado que las empresas ya no sólo busquen satisfacer la necesidad financiera de sus empleados sino que también se enfocan en su desarrollo profesional y personal, o como otros le llaman: el salario emocional.
El salario emocional para generar mayor motivación
Un salario económico alto ya no garantiza la permanencia de los empleados ni un desempeño óptimo, cuando se sienten incómodos o poco satisfechos en el ambiente laboral y ven pocas o nulas oportunidades de crecimiento el salario deja de ser motivador suficiente, la productividad puede disminuir y finalmente el empleado puede optar por dejar el puesto.
El salario emocional, se refiere a aquellas retribuciones no económicas que el empleado llega a obtener de la empresa y que busca incentivarlo mejorando la percepción del ambiente laboral e incrementando su productividad, además de impulsar su desarrollo personal y profesional.
Estas retribuciones pueden llegar a ser un factor fundamental para el desarrollo de los trabajadores ya que pueden influir considerablemente en su productividad, exactamente lo que toda empresa quiere. Pero no sólo eso sino que mediante un salario emocional satisfactorio la empresa logrará mantener a sus empleados felices, evitando también la rotación de personal y el ausentismo, dando a fin de cuentas una reducción en costos.
No por nada el tema del salario emocional es el favorito de muchos conferencistas de negocios debido a su importante papel en el desarrollo humano del empleado así como su predominancia sobre el salario económico hoy en día.Ya no es suficiente tener dinero, cada vez es más importante tener también un ambiente de trabajo cómodo, tanto para beneficio del empleado quien puede dar lo mejor de sí al trabajar en condiciones favorable, como en beneficio de la empresa que, al mantener el salario emocional, alcanza una mayor productividad y mejores resultados a veces con menores inversiones que aumentar los salarios económicos.